5 de enero de 2012

                                                         


¿Te has dado cuenta que entre la vida y la muerte sólo hay un paréntesis? pues sí y lo que hagamos en ese paréntesis es lo único que cuenta para nuestra evolución como alma, no sabemos con exactitud cuanto durará ese paréntesis, pueden ser minutos o pueden ser décadas, pero ten por seguro que el tiempo que dure es suficiente para que lleves a cabo tu misión de vida.
Recuerda que eres un alma eterna y que estas teniendo una experiencia física por ello tienes la opción de hacerla una experiencia maravillosa, cargada de vivencias llenas de significado, aprendizajes y amor, has venido a ser feliz y a disfrutar compartiendo tu esencia divina, en ningún momento se te encomendó venir a sufrir, pero puede ser que en el camino te hayas dejado confundir y atrapar por tu ego quien solo trata de infundirte miedo alejándote de tu verdadero propósito.
El ego tiene la tarea de vendernos falsas esperanzas y mentiras acerca de nosotros mismos, lastimosamente caemos fácilmente en su juego quedando atrapados y es ahí entonces cuando dejamos de hacer las cosas por la satisfacción que nos producen internamente y empezamos a hacerlas por satisfacer las exigencias de otros en el mundo exterior, empezamos a querer acumular más y más, desde títulos, cosas materiales, experiencias, personas, enfermedades y todo lo que podamos, nos olvidamos de las cosas simples porque esas cosas no demuestran que somos alguien importante, empezamos también a querer cambiar la naturaleza de quienes nos rodean.
La oportunidad que tienes en la vida es única y todo dependerá de como utilices el tiempo que se te ha otorgado, todo dependerá de a qué le otorgues mayor valor, todo dependerá de como decidas afrontar tu vida, no se trata de dejar todas las cosas materiales y vivir como un Yogi, se trata de no hacer de las cosas materiales tu razón de vida porque aunque sean necesarias en este mundo material y físico no son eternas ni tampoco te brindarán la felicidad verdadera.
Mientras más humildes somos de corazón más nos conectamos con nuestra fuente interna de bondad, mientras más hacemos lo que hacemos con amor, más motivados nos mantenemos día a día, mientras más agradecidos somos con lo que hay en nuestra vida más abrimos las puertas de la abundancia de amor, dinero, felicidad, tiempo, salud, energía, vitalidad y todo lo bueno que hay en el universo, mientras más nos abrimos a ver a todos los demás como seres maravillosos más nos reconocemos a nosotros mismos como un ser maravilloso, mientras más nos amamos a nosotros mismos más amor manifestamos a nuestro alrededor, más experiencias adorables obtenemos, más gente amorosa atraemos, cada vez que damos algo, lo que sea, abrimos un ciclo que se cierra cuando nos permitimos recibir, mientras te sigas negando a recibir más estarás desbalanceando tu vida.


                                 

No hay comentarios:

Publicar un comentario